AL HILO DEL ARTICULO ANTERIOR ¡SEGUIMOS ¡
Una de las cuestiones más complejas a la hora de trabajar en terapia tiene que ver con lo difícil que nos resulta a TODOS ser conscientes de nuestro propio comportamiento. Desde luego este no es un tema baladí, implica sobre todo tener en cuenta aquellos comportamientos y pensamientos que nos limitan y, por tanto, nos impiden sentirnos bien con nosotros mismos y con el entorno.
¿QUÉ DIFICULTA EL AUTOCONOCIMIENTO?
- Dificultad para reconocer y poner nombre a nuestras emociones dando lugar a la anestesia o desbordamiento emocional, es decir nos vamos a los extremos, podemos ser demasiado fríos o evitativos o excesivamente intensos o ansiosos.
- No parar. Implica no pensar, no ser consciente de nuestras propias acciones y por consiguiente vamos en automático, sin control alguno o intentando controlar todo lo que está en nuestro entorno.
- Incapacidad para explorar nuestras cualidades y nuestros defectos. Es posible que no seamos capaces de ver nuestros errores y que nos ceguemos en nuestra realidad, y en el peor de los casos no vemos lo que hacemos mal pero tampoco lo que hacemos bien.
- Falta de flexibilidad psicológica, factor que nos hace centrarnos en nuestra propia realidad sin tener en cuenta otras alternativas.
¡¡ QUÉ PODEMOS HACER ANTE TANTA DIFICULTAD¡¡
La tarea no es fácil, aunque sí ES POSIBLE¡¡
CLAVES A SEGUIR
- AUTOERREGULACIÓN. Esta tarea es compleja debido a que implica parar, y en el mejor de los casos conectar con nosotros mismos. Para empezar, recomiendo centrarse únicamente en la respiración, es decir inhalar y exhalar, solo prestando atención a como entra el aire por la nariz y sale por la boca contando 4 en la inhalación y 8 en exhalación, tomando tiempo para que el cuerpo y la mente entren en calma. Soy consciente de la resistencia que a veces tenemos a las prácticas de relajación, yo misma la experimenté en su momento. Te recomiendo practicar la paciencia y buscar la forma o técnica que mejor se adapte a ti, ya sea meditación, mindfulness, música suave… Sin duda alguna es el primer paso para la autorregulación, y desde mi experiencia persona y clínica, imprescindible.
- PERMITIRTE SER. Mis pacientes se quedan sorprendidos cuando les digo que son “perfectos como son” aunque tengamos cosas que cambiar. Por otro lado, vemos como las inseguridades, los miedos, los enfados, en definitiva, todo lo que traen es algo muy común y que forma parte de nosotros y no necesariamente todo es malo, que sacar las debilidades o normalizar nos hace más fuertes y sobre todo sentirnos más tranquilos.
- EXPLORAR COMO DE COMPLETO ME SIENTO. Es importante ver en qué áreas de nuestra vida nos sentimos satisfechos y en que otros aspectos necesitamos mejorar. Me refiero a nivel familiar, laboral, de pareja, social… Aquí la tarea también es compleja y habría que recolocar expectativas, creencias, y en definitiva corregulación, aunque para tal fin necesitamos primero la autorregulación que sería fundamental tal y como comenté al principio de este apartado para poder avanzar en el autoconocimiento.
¡¡Vaya temita¡¡
¡¡¡Seguiremos tirando del hilo¡¡
